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Arquitectos: ENDALT Arquitectes
- Área: 152 m²
- Año: 2025
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Fotografías:David Zarzoso
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Proveedores: Casa suau, La Mediterranea, Lebrel Furniture, Sargadelos, Sklum

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Las casas tradicionales de los pueblos valencianos —como las de l’Horta, la Ribera o la Safor— comparten una arquitectura humilde pero profundamente significativa. Con una distribución reconocible —entrada para el carro, sala principal, cámara fresca, cocina y andana— fueron concebidas como lugares para vivir, trabajar y convivir. Su valor reside en la repetición, la funcionalidad y la adaptación al entorno, construidas con materiales locales como el tapial, la cal, la arcilla o la caña, fruto de un conocimiento transmitido de generación en generación.

Un espacio especialmente significativo es la andana, situada bajo la cubierta. Antiguamente usada como almacén, zona de secado o refugio, hoy suele percibirse como un lugar lleno de potencial. Su atmósfera, cargada de memoria, la convierte en un elemento clave en muchos procesos de restauración.

En este contexto se encuentra Casa dels Estels, una vivienda ubicada en Albal (l’Horta Sud, València) que sigue este modelo tradicional. Con una estructura de doble crujía, escalera central, patio con limonero y una antigua pallissa, fue construida con tapial, ladrillo macizo y una cubierta a dos aguas. Antes de su rehabilitación, la casa se encontraba en un estado de grave deterioro y había permanecido deshabitada durante años.


La intervención propuso una restauración respetuosa pero transformadora. El objetivo no era conservar sin criterio ni convertirla en una pieza de museo, sino recuperar su carácter esencial y adaptar la vivienda a la vida contemporánea —luminosa, eficiente y confortable—. Se restauraron los elementos más valiosos —vigas, muros de tapial y bóvedas—, se mejoró la ventilación cruzada y se establecieron nuevas relaciones entre los espacios interiores y exteriores. La andana, anteriormente infrautilizada, se convirtió en un área versátil con una pequeña ampliación y una cubierta parcialmente elevada.

La rehabilitación no buscó transformar, sino revelar: sacar a la luz una nueva vida sin romper con la anterior. Es una arquitectura que escucha y acompaña, prolongando el pasado con naturalidad y funcionalidad.


Uno de los principales compromisos del proyecto fue la reutilización de materiales: ladrillos del antiguo tejado para el pavimento, vigas recuperadas, cal, cerámica… todo siguiendo principios de sostenibilidad y coherencia con el lenguaje vernáculo. Los nuevos elementos constructivos dialogan con los tradicionales, manteniendo una continuidad formal y material.


Los colores, acabados y materiales seleccionados evocan la memoria rural: azulejos verdes que recuerdan al zócalo original, tonos amarillos que se funden con el agua en baños y piscina, y la terracota que conserva el toque artesano. Donde antes descansaban animales, ahora duermen sus propietarios; donde se almacenaba grano, ahora se guardan libros.


Casa dels Estels se erige como un ejemplo de una tercera vía entre el abandono y la folclorización del patrimonio rural: una forma de habitar arraigada en el respeto, la funcionalidad y el sentido de pertenencia.















